Recursos literarios de los refranes
En su antigua —pero ingeniosa elaboración—, los refranes se caracterizan por recurrir a ciertos elementos o recursos literarios, los cuales son:
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- Metáfora. Se trata de aplicar las cualidades de un objeto a otro, pero no de forma literal. Dicho en otras palabras, con la metáfora se intenta hacer una comparación entre dos objetos o conceptos, para facilitar su comprensión. Ejemplo de una metáfora: "el átomo es un sistema solar en miniatura". Ejemplo de un refrán que emplea la metáfora: "Candil de la calle, oscuridad de su casa", en este ejemplo de refrán, estamos hablando no de un candil, sino de una persona que es generosa y acomedida sólo con sus amistades y con los extraños, y en cambio, en su propia casa, con su propia familia, no le gusta compartir, ni ayudar.
- Analogía. Es una comparación de dos cosas distintas pero que una puede representar a la otra. Ejemplo: "El aire es para el humano lo que el agua es para el pez". Ejemplo de refrán que emplea la analogía: "El que con lobos anda, a aullar se enseña", en este ejemplo podemos ver que la comparación es implícita, pero fácil de entender; casi siempre, los refranes harán referencia a las personas, en este caso, los lobos pueden ser personas malvadas, y aprender a aullar sería aprender cosas malvadas.
- Rima. Es la repetición de una secuencia de fonemas al final de cada verso, dicho de otra manera, es la repetición de sonidos iguales o similares al final de un verso, esta repetición de sonidos embellece el texto. Ejemplos de refrán con rima: "A Dios rogando y con el mazo dando" / "De golosos y tragones están llenos los panteones".
- Juegos de palabras. Algunos refranes también aprovechan el doble significado que tiene una palabra o su reiteración. (Nota: no confundir doble significado con doble sentido). Ejemplo de refrán que aprovecha el juego de palabras: "El que parte y comparte, se queda con la mejor parte".
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